Jardinería
Eugenio Garza Sada practicaba la jardinería diariamente. Era común que su familia lo viera usando guantes y overol mientras daba forma a su extenso jardín. Disfrutaba pasear por las áreas verdes de su hogar y tenía especial interés en los rosales, sus favoritos. Asimismo, cuidaba de las flores violetas de su jacaranda y tenía árboles frutales. Esta actividad no sólo le servía para desocuparse del trabajo, sino que así podía jugar y conversar con sus hijos y nietos.
Música
Eugenio desarrolló su gusto por la música desde que era un niño. En la escuela primaria aprendió a tocar el piano, que se volvió en su instrumento favorito. En su tiempo libre solía interpretar piezas de su música preferida, el género clásico de autores como Franz Liszt, Johan Sebastian Bach, Richard Wagner, Johannes Brahms, Robert Schumann y Frédéric François Chopin, entre otros.
Debido a esta afición, el empresario mandó construir una sala de música, en donde estaba el piano que compró durante su época estudiantil en Estados Unidos, y el órgano eléctrico que tocaba de vez en cuando. Este lugar era un punto de convivencia con la familia.
Recreación
Eugenio Garza Sada procuraba una vida equilibrada, dedicando tiempo a la recreación individual y con sus amigos. En su casa tenía un salón de juegos con una mesa de carambola, en la que jugaba cada semana con sus amigos.
Por otra parte, tuvo una gran pasión por la actividad al aire libre. Una de sus aficiones fue la pesca, que en sus palabras era “hacerle honor al mar”. La familia organizaba pequeñas salidas para pasar la tarde y comer de los resultados de un día tranquilo por las orillas del río.